Arasur duplicará su suelo industrial con la parcela más grande del norte de España

Con este terreno ‘tamaño XXL’ quiere atraer proyectos industriales «de envergadura» y resolver la falta de grandes solares

Miércoles, 1 Junio 2022

La falta de grandes parcelas es, junto a la rigidez urbanística o las lentas tramitaciones administrativas, uno de los principales hándicaps que tiene Álava para que en el territorio se puedan desarrollar proyectos «de gran envergadura», vinculados a la logística o la industria, sin tener que esperar varios años para su desembarco.

Esta situación coloca en desventaja competitiva a la provincia tal y como vienen denunciando organizaciones como la Cámara de Comercio, que reclaman anticipar la oferta de suelo para dar respuesta «urgente» a las necesidades empresariales. Por su estratégica ubicación en el corredor de la autovía A-1 Madrid-Irun –la salida natural a Francia y a Europa– y por sus dimensiones con 200 hectáreas (alrededor de 250 campos de fútbol), la plataforma de Arasur en Ribabellosa es una zona de referencia que ahora ve incrementado su atractivo para captar nuevas inversiones o proyectos con una parcela «inédita» en el norte de España por su tamaño y contribuye a resolver ese déficit de grandes parcelas. Se trata de una extensión de 270.000 metros cuadrados, ‘tamaño XXL’, como se conoce en el argot logístico a los solares por encima de los 100.000 metros.

Este terreno ocupa suelo de Ribera Baja (Ribabellosa) y Armiñón y sus respectivos ayuntamientos, ambos gobernados por el PNV, han aprobado ya definitivamente el estudio de detalle que permite a Arasur habilitar más suelo industrial para duplicar su capacidad. «Necesitábamos tener un activo de estas características. Creemos que existe demanda de este tipo de formatos de solares y habíamos detectado que realmente no existían en la zona norte de la Península», explica el presidente del consejo de administración de la plataforma logística, Peio Ruiz.

Uso logístico o industrial

De hecho, y según los datos que maneja, para encontrar una parcela de este tamaño «habría que ir a Madrid o Barcelona», a zonas de gran expansión industrial, para encontrarla. «En Euskadi la tenemos, más en concreto en Arasur», añade Ruiz, que confía en que sirva para atraer a una «gran empresa» que quiera desarrollar en Álava su proyecto. «Puede tener uso logístico –para el almacenaje y movimiento y transporte de mercancías– pero también industrial», apunta.

Así, compañías del sector aeronáutico o incluso de la automoción pueden figurar entre los principales interesados –empresas como Aernnova, Gestamp o Bridgestone ya tienen instalaciones en el polígono de Ribabellosa– por la capacidad y las posibilidades que ofrece un solar de una extensión similar a 35 campos de fútbol. «Ya se está construyendo un vial junto a esa parcela», añade el presidente, una obra de urbanización en la fase sur 1 que ejecuta la empresa Altuna y Uria por cuatro millones de euros.

Para construir

De esta forma, la compañía que quiera comprar o alquilar este terreno «puede hacerlo ya, sin tener que esperar a más trámites. Hemos ganado casi dos años de tiempo», que se van entre licencias de obra o modificaciones de las normas subsidiarias. La parcela XXL está lista para hacer movimientos de terrenos y comenzar la construcción de pabellones.

Peio Ruiz asegura que este solar de 270.000 metros cuadrados «impulsa la consolidación» de la plataforma logística.

Haizea Bilbao invertirá hasta 175 millones para llevar a Euskadi a la vanguardia eólica

A los 125 millones de la ampliación que arranca este año en la fábrica del puerto se pueden sumar entre 40 y 50 más en el próximo lustro

Jueves, 10 Febrero 2022

«Son momentos convulsos en el mercado y sufrimos el alza en el precio de la energía y de los materiales». Borja Zarraga, director general de Haizea Wind, no escondió ayer que la industria vive una coyuntura difícil. Pero el de la energía eólica es un sector en ebullición. «El mercado es enorme. Vivimos un ‘boom’ que provocará movimientos y consolidaciones», añadió, subrayando que, a pesar de que su empresa descarta alianzas con otras multinacionales, Euskadi está bien posicionada para situarse a la vanguardia y para que «se convierta en el ‘hub’ eólico del sur de Europa».

Si ese vaticinio se materializa, en gran medida será gracias a la inversión de unos 125 millones de euros que la compañía hará para ampliar su fábrica en el Puerto de Bilbao, que duplicará tanto la superficie sobre la que se erige como su capacidad de producción. Si todo va según lo previsto en el contrato que ha firmado con la danesa Ørsted, que le garantiza una carga de trabajo de 700 millones en los próximos cuatro años, la inversión en ese período podría incrementarse en 40 o 50 millones de euros adicionales para dar respuesta a la demanda, alcanzando un total de 175 millones a los que hay que sumar los 85 que ya ha gastado en su espectacular fábrica actual.

Es difícil hacerse a la idea del tamaño que tendrá la nueva. Porque la gigantesca nave en la que algunos de sus 400 empleados parecen hormigas ya impresiona. Trabajan con tubos de hasta hasta 8 metros de diámetro y cien de largo que dan forma a torres eólicas. Las piezas vuelan por la nave gracias a grúas capaces de mover hasta 300 toneladas de peso situadas a 14 metros de altura.

Las nuevas instalaciones, que estarán operativas a finales de 2023, crecerán aún más. «Las grúas se instalarán a 19 metros de altura y podrán mover hasta mil toneladas, clave para transportar los tubos, que alcanzarán hasta 15 metros de diámetro y 130 de largo», explica el director de Operaciones, Jos Buijks, durante una visita a la fábrica con EL CORREO. Para fabricarlos, Haizea Bilbao utilizará más de 100.000 toneladas de acero, lo que supondrá un tránsito de 170.000 toneladas en el Puerto de Bilbao.
Carencias y ventajas.

El proyecto creará 350 puestos de trabajo, algo nada sencillo en el sector. «Es un reto encontrar mano de obra cualificada», reconoce Buikjs. Por eso, para completar la plantilla Haizea Wind tendrá que ‘robar’ a 40 trabajadores de otras empresas y buscar fuera a 60 más. El directivo holandés considera que entonces estará en el ‘top 3’ de Europa, «donde nunca se ha hecho lo que ha planeado Haizea Bilbao». El puerto de la capital vizcaína es un gran valor, añade, señalando que la ventaja logística es algo con lo que no pueden competir sus rivales chinos, por ejemplo.

La empresa no descarta que en unos años el mar Cantábrico cuente con parques eólicos flotantes
De momento, Haizea fabrica torres eólicas para parques ‘offshore’ en lugares lejanos de Europa, pero Zarraga no descarta que, «en un entorno de varios años», parques flotantes salpiquen también el mar Cantábrico, que reúne las condiciones para generar energía eólica de esta manera. «Pero, ahora mismo, el polo de atracción en Europa lo tiene sobre todo el mar Báltico y, especialmente, el Reino Unido, que es hacia donde se encaminará gran parte de nuestra producción», comentó.

Haizea creará 350 puestos de trabajo en el Puerto de Bilbao

La empresa de torres de aerorgeneradores firma un contrato con la danesa Orsted para suministrar monopilotes destinados a un proyecto eólico marino.

Martes, 8 Febrero 2022

Todo un soplo de aire fresco en un momento en el que no menudean precisamente las buenas noticias. Haizea Wind, empresa instalada en el Puerto de Bilbao y dedicada a fabricar torres eólicas marinas, va a duplicar sus instalaciones con otros 56.000 metros cuadrados y crear 350 puestos de trabajo para atender un importante contrato con la empresa danesa Orsted. La firma vasca, que ahora emplea a 400 personas en sus instalaciones vizcaínas, hará una inversión de decenas de millones para suministrar monopilotes.

Haizea, fundada en 2017 y que se instaló en el Puerto de Bilbao en mayo de 2018 tras una inversión de 82 millones de euros –65 puso la empresa y el puerto otros 17,6 para el pabellón que alberga la fábrica–, se encargará de la compra de materiales, la ingeniería del proceso de fabricación y de la producción de los propios monopilotes. Las torres se cargarán en la dársena vizcaína en los buques contratados por Orsted.

Haizea estima que su inversión originará también un importante número de empleos indirectos entre los proveedores y subcontratistas locales y, además, requerirá zonas de almacenamiento adicionales para acomodar los monopilotes antes de ser entregados a los buques de Orsted.

Una gran capacidad de almacenamiento lógico dadas las enormes dimensiones de cada uno de los monopilotes, una tecnología que ofrece la mejor relación entre las prestaciones y el coste: tienen 130 metros de longitud, un diámetro exterior de 15 metros, 170 milímetros de espesor de pared y pesan 3.500 toneladas.
La compañía vasca considera que el contrato consolida su objetivo de convertirse en «uno de los actores más importantes de la cadena de valor de la eólico offshore», llamada a desempeñar un relevante papel dentro del proceso mundial de descarbonización ya que las velocidades que alcanza el viento en alta mar permiten instalar aerogeneradores de gran potencia, con capacidad para producir entre cuatro y cinco veces más electricidad cada hora que los convencionales que se ubican en tiera. Al tiempo que el nuevo proyecto le «asegura una posición relevante dentro de las empresas de suministro y fabricación de cimentaciones».

Para Haizea Wind, que durante su trayectoria ha pasado por etapas complicadas, su acuerdo con un líder en el mercado de la explotación eólica marina «confirma la solidez« de su proyecto y refuerza la posición del Puerto de Bilbao «como uno de los centros eólicos marinos más importantes del Sur de Europa».
La firma, con instalaciones de fabricación en España, Francia y Argentina, desde las que suministra torres de aeronegeradores, cimentaciones offshore y grandes piezas de fundición a la industria eólica, cuenta con una plantilla superior a 1.100 personas.

El proyecto original de Haizea Wind fue diseñado por el empresario alavés ya fallecido Juan José Iribecampos (Condesa), que había impulsado la creación de Tecnoaranda, una firma ubicada en la localidad de Aranda de Duero dedicada a la fabricación de torres para generadores eólicos terestres. Los primeros empleados pasaron por un proceso de preparación en el centro de Formación Profesional de Somorrostro, en el municipio vizcaíno de Musiz, lo que unía aún más el proyecto con una actividad que encaja en la tradición industrial vasca dar forma al acero y soldarlo. Además, fue un proyecto totalmente nuevo, que partía de cero.

Este tipo de empresas acostumbran a colocarse a pie de mar, con el fin de eliminar en la medida de lo posible el transporte hasta los buques que se enragnan de transportarlas al dentro en el que se produce el ensamblaje final. El caso de Bilbao ofrecía en su momento un valor añadido, al encontrarse en el a´rea de influencia para abastecer los pedidos de parques eólicos marinos en la costa francesa y en Reino Unido.