Arasur alcanza el 100% de capacidad y espera crecer con el tren semanal al Puerto de Bilbao
Talgo ocupará la última nave libre, de 7.000 metros, y el polígono de Ribabellosa se consolida como referente logístico «ahora reforzado con la intermodalidad»
Astelehena, 2021eko Urriaren 04a
En un 2020 para olvidar en términos económicos como consecuencia de la crisis sanitaria y con numerosos sectores empresariales tocados, la logística y el transporte de mercancías han mantenido el tipo en la pandemia. La actividad ha crecido en Arasur de forma importante y la plataforma de Ribabellosa se consolida ya como un referente en el norte de España gracias a su ubicación estratégica, en el cruce de la AP-1 y la AP-68 y cerca del polígono de Júndiz -el más extenso de Euskadi, con siete millones de metros cuadrados- y del aeropuerto de Foronda.
Y ya está a pleno rendimiento en los 98.000 metros cuadrados de superficie ocupada por naves después de que en las últimas fechas se haya llegado a un acuerdo con Talgo, que utilizará el último pabellón construido, de 7.000 metros, para ampliar instalaciones ante el incremento de carga de trabajo. El fabricante de trenes ya tiene sus instalaciones junto a Arasur, en unos terrenos propios pero a los que se accede a través del polígono.
De esta forma, «alcanzamos el 100% de nuestra capacidad cuando hace apenas dos años y medio no llegábamos ni al 15%», destaca su máximo responsable, Peio Ruiz. La apuesta de DSV, uno de los cinco gigantes mundiales de la logística, por implantarse en Arasur abrió el camino en verano de 2018 -entonces ya estaban firmas de transporte como MRW o Gefco- y pocos meses después le siguieron Aernnova y Bridgestone con sendas naves para el almacenaje de material y la centralización de utillajes.
Placas solares e industria
La gasera Enagás, que ocupa una parcela como base operativa para almacenar y distribuir tubos en España, y el grupo francés Dyneff que presta servicios de repostaje de combustible han sido los últimos en llegar este año a la plataforma de Ribabellosa. También el parque solar -ocupa 55 de las 200 hectáreas de terreno de Arasur- ha comenzado a producir ya energía en sus 67.200 paneles con la aspiración de abastecer a 15.000 hogares.
Sin embargo, Ruiz no quiere olvidar el «componente industrial» del polígono, al margen de Talgo, que fabrica sus trenes junto al polígono y ahora va a tener más presencia con la nueva nave. Y es que Gestamp cuenta con una planta productiva de corte por láser en la que su más de cien trabajadores hacen piezas para factorías automovilísticas como Volkswagen en Landaben, Seat en Martorell y Opel en Zaragoza. «Estas industrias nos colocan en el mapa de sectores pujantes como el ferroviario o de la automoción», añade el presidente del consejo de administración de Arasur.
Entre enero y febrero
Pero a su juicio las perspectivas para 2021 «también son muy positivas». Entre enero y febrero empezará a circular un tren semanal con contenedores de mercancías hacia el Puerto de Bilbao «y la intermodalidad ya será un hecho». Se cumplirá así, aunque con varios años de retraso, uno de los objetivos con los que fue concebida la plataforma logística en 2006: tener en Álava el «gran puerto seco» de Euskadi.
Aunque las dudas sobre su futuro planearon con fuerza, sobre todo cuando la Autoridad Portuaria de Bilbao decidió hace ahora diez años instalar ese puerto seco en Pancorbo (Burgos), a doce kilómetros de Arasur. Aquel movimiento generó una importante disputa política en Álava.
En 2013 la situación comenzó a reconducirse con el anuncio del Gobierno vasco de apostar por una terminal ferroportuaria también en Ribabellosa y en 2016 se adjudicó la construcción de la playa de vías. También ha habido retrasos en su ejecución pero por fin habrá una conexión directa de Arasur con el Puerto.
«Las empresas lo van a agradecer», reconoce Peio Ruiz. La línea Madrid-Irún que pasa por el polígono tiene un acceso para que la compañía Talgo pruebe ahí sus trenes. Y la Autoridad Portuaria utiliza ahora ese desvío para que las mercancías con destino Bilbao se carguen en la nueva playa de vías. La terminal, con una superficie de 63.440 metros cuadrados -como ocho campos de fútbol-, tiene dos vías para la recepción y expedición de trenes y otras dos para carga y descarga.